Cuando abrí los ojos en aquel noviembre celeste
descubrí en mi interior la perla de los sueños,
acerqué mi oído a aquella melodía que brotaba,
lenta y cordialmente, del corazón del poeta constructor.
los dias se unieron a los libros desperdigados,
mi alma los unió y selló para juntos caminar,
conocí entonces el valor de la unión familiar
que sentía que se difuminaba...
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